En la gestión del diseño existen múltiples perspectivas que reflejan la extraordinaria variedad de personas, profesiones y situaciones implicadas en este ámbito, tales como la academia el sector público y privado, el mundo de los negocios, el sector servicios y la industria.
La gestión del diseño en una empresa engloba la gestión de todos los aspectos relacionados al diseño a nivel de proyecto y a nivel corporativo. El desarrollo de la gestión del diseño debe permitir a las partes implicadas conocer los mejor los problemas a los que se enfrentan los proyectos de diseño, así como las situaciones corporativas en las que deben resolverse dichos problemas.
Gorb, define la gestión del diseño como el despliegue efectivo, por parte de los responsables de una gama de productos, de los recursos de diseño de los que dispone la empresa con la finalidad de cumplir los objetivos corporativos. Esta disciplina está relacionada con el lugar en el que se desarrolla el diseño, con la identificación de las áreas necesarias para resolver los principales problemas de gestión y con las herramientas que requieren los directivos en formación para utilizar el diseño con eficacia.
La gestión del diseño debe organizar procesos para el desarrollo de nuevos productos y servicios, debe comprender los objetivos estratégicos de la empresa y entender cuál será el papel del diseño para cumplir estos objetivos y facilitar los métodos y herramientas para conseguirlos.